sábado, 17 de febrero de 2018

Síndrome del sombrerero

Durante los siglos XVIII y XIX, los fabricantes de sombreros o talabarteros presentaban, lo que hoy se conoce como, desórdenes neurológicos. Sin embargo, por aquel entonces se consideraba que estaban desquiciados. La causa de su locura se explica por una intoxicación crónica de mercurio; material muy tóxico al que estaban expuestos. La exposición prolongada a este material sumamente tóxico generaba en ellos un gran número de trastornos, aunque los más evidentes eran los que afectaban a su cerebro, ya que tiene un efecto muy perjudicial para el Sistema Nervioso Central. Los sombrereros desarrollaban una patología denominada Hydrargyrismo o Hydrargyria, o también, eretismo mercurial. Además, el mercurio inhibe la formación de las vainas de mielina en cerebros en desarrollo por lo que su efecto sobre los niños son aún más notables.

Los sombreros de la época se hacían con dos tipos de piel. Los de gama alta eran de piel de castor, mientras los más baratos eran de pelo de conejo. Al contrario del pelo del castor, el pelo de conejo requiere un proceso químico para convertirse en sombrero. En primer lugar se utilizaba nitrato de mercurio para alisar las fibras, darles un tono mate y evitar que se apolillaran con el tiempo por la acción de microorganismos. El proceso se llamaba carroting- de “carrot“, “zanahoria”-  porque la piel se volvía naranja.  A continuación se afeitaban las fibras de la piel para convertir ésta en cuero y se sumergían en una solución ácida hirviente para endurecerla.

Teophilus Carter
De aquí proviene la frase inglesa “Mad as a hatter” – “loco como un sombrerero”- de la que hay referencias escritas en 1829, medio siglo antes de que Lewis Carroll escribiera sus dos obras más conocidas: Alicia en el país de las maravillas y Alicia a través del espejo. No obstante, en ninguna de las dos novelas aparece ningún personaje llamado “el sombrerero loco”. Sí aparece un sombrerero, y el Gato de Chesire advierte a Alicia de que está loco. Es posible que Carroll conociera esta frase y se inspirara en ella para crear al personaje de sus obras. Sin embargo, en un artículo publicado por el doctor H.A Waldron del TUC Centenary Institute of Occupational Health (Londres) podemos leer que Lewis Carroll se inspiró realmente en el comerciante de muebles Teophilus Carter, vecino de Oxford y conocido como el “sombrerero loco” entre los vecinos por su comportamiento excéntrico y el sombrero de copa que solía usar. El doctor además añade que entre las invenciones de Carter había un despertador que sacaba a su dueño de la cama literalmente (tenía un mecanismo que inclinaba la cama), lo que podría explicar por qué el sombrero loco de Alicia estaba tan obsesionado con el tiempo.

Para desarrollar un poco más lo que sufrían los sombrereros, expongo a continuación sus síntomas:

  • Estomatitis: úlceras mucosas dentales.
  • Cuadros diarreicos
  • Anorexia o caquexia (extrema delgadez) por no poder masticar, tragar, etc.
  • Encías con coloración grisácea.
  • Temblor en las manos
  • Alteraciones neurológicas y psíquicas.
  • Eretismo mercurial: Se caracteriza por trastornos psíquicos, como depresión, inestabilidad emocional, pérdida de memoria, insomnio e indiferencia por la vida, delirios, alucinaciones, psicosis maniaco-depresivo, etc. Además, contaban con una timidez excesiva, pérdida de confianza hacia uno mismo y hacia los demás, ansiedad y deseo de pasar desapercibido. La víctima también tenía un miedo patológico al ridículo y a menudo reaccionaba con temperamento explosivo cuando era criticado.

Esta última descripción no se corresponde con el sombrerero de Alicia, que es intrépido, locuaz, extrovertido y obsesionado con el paso del tiempo, por eso podemos deducir que Carroll se basó en Teophilus Carter y no en un sombrerero cualquiera.

Bibliografía: 

No hay comentarios:

Publicar un comentario